Las bebidas endulzadas con azúcar aumentan el almacenamiento de grasa en el hígado, el músculo, y el depósito de grasa visceral.
El consumo de bebidas con sacarosa se ha asociado con obesidad, síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares. En un estudio reciente, se han comparado los efectos a largo plazo (6 meses) del consumo de este tipo de bebidas (refresco de cola normal), en comparación con el consumo de leche semi-desnatada o bebidas con edulcorantes sin calorías, midiéndose los cambios en la masa grasa total y la deposición de grasa ectópica (en el hígado y el tejido muscular).
Los cambios detectados entre el inicio y el final de la prueba fueron significativamente mayores en el grupo de personas que consumieron el refresco de cola tanto para la grasa que depositaron en el hígado (132 a 143%), la grasa muscular ( 117-221%) y la grasa visceral (24 a 31%). También aumentaron sus triglicéridos (32%), y el colesterol total (11%). Las personas que bebían leche semidesnatada y refresco de cola sin calorías tuvieron una reducción de la presión arterial sistólica en un 10-15% en comparación con el resfresco de cola normal.
Por lo tanto, es probable que la ingesta diaria de bebidas edulcoradas con azúcar aumente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.