La evidencia reciente ha indicado que un grupo de compuestos de origen vegetal presentes en la fruta y conocidos como flavonoides pueden revertir la disminución de la memoria y el aprendizaje relacionados con la edad .
Los flavonoides median estos efectos a través de una serie de rutas, incluyendo:
- el potencial de proteger a las neuronas contra el daño inducido por las neurotoxinas,
- una capacidad de suprimir la neuroinflamación y
- el potencial de promover la memoria, el aprendizaje y la función cognitiva.
Originalmente, se pensaba que tales acciones estaban mediadas por la capacidad antioxidante de los flavonoides. Sin embargo, su limitada de absorción y su baja biodisponibilidad en el cerebro sugieren que esta explicación es poco probable.
- a través de sus interacciones con importantes cascadas de señalización neuronal y glial en el cerebro,
- a través de la capacidad de mejorar el flujo sanguíneo periférico y cerebral, y para activar la angiogénesis y la neurogénesis en el hipocampo,
- por su capacidad de reaccionar directamente contra moléculas neurotóxicas y pro-inflamatorias producidas en el cerebro como consecuencia tanto del envejecimiento cerebral normal y anormal.
- pueden aumentar el número de, y la fuerza de las conexiones entre las neuronas.
En una reciente investigación, se reclutó a doce adultos mayores con deterioro de la memoria que tomaron un suplemento de zumo de uva durante 12 semanas, frente a otros 12 que no lo tomaron. En el primer grupo, se observó una mejora significativa en la medida de aprendizaje verbal y también de la memoria verbal y espacial.
A través de estos mecanismos, el consumo de alimentos ricos en flavonoides durante toda la vida tiene el potencial para limitar la neurodegeneración y prevenir o revertir las pérdidas en el rendimiento cognitivo dependiente de la edad.