El popular ácido salicílico (conocido por la marca comercial "aspirina") es producido por las plantas de manera natural, como parte de su sistema de defensa contra el ataque de patógenos y contra el estrés ambiental. Identificado por primera vez en el mirto y el sauce, el uso médico de preparados ricos en salicilatos como tratamiento anti-inflamatorio y antipirético puede datar del tercer milenio aC.
Ahora se sabe que los salicilatos se encuentran ampliamente distribuidos en todo el reino vegetal, y están por lo tanto, presentes en productos vegetales de relevancia dietética. El ácido salicílico inhibe en nuestras células la producción de prostaglandinas potencialmente cancerígenas. Además, parece que se absorbe fácilmente a partir del alimento. Esto ha llevado a la aparición de una teoría que sugiere que los efectos reconocidos de consumo de frutas y verduras sobre la reducción del riesgo de varias enfermedades puede deberse, en parte, a los salicilatos presentes en alimentos de origen vegetal. Sin embargo, las estimaciones publicadas sobre la ingesta diaria necesaria de ácido salicílico varían considerablemente, desde 0,4 a 200 mg día, por lo que no está claro si la dieta occidental contiene salicilatos suficientes para ejercer una actividad preventiva.