En un nuevo estudio en unos 3.000 adultos mayores, aquellos con los niveles más altos de ácidos grasos omega-en sangre eran un 30 por ciento menos propensos a desarrollar arritmias en los próximos 14 años que sus homólogos con el niveles más bajos en sangre de omega-3.
Según algunas estimaciones, hasta un nueve por ciento de la gente desarrolla fibrilación auricular, una anormalidad del ritmo cardiaco que puede conducir a accidentes cerebrovasculares y a la insuficiencia cardiaca, a partir de los 80 años.
Hay pocos tratamientos para la enfermedad. En gran medida se centran en la prevención de accidentes cerebrovasculares con medicamentos anticoagulantes.
Algunos estudios previos han sugerido que las personas que consumen mucho pescado tienen un menor riesgo de desarrollar fibrilación auricular, pero otros no han encontrado la misma relación.
Los ácidos grasos omega-3 medidos en este nuevo estudio - ácido eicosapentaenoico (EPA), ácido docosapentanoico (DPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) - se encuentran en el pescado azul y algunos alimentos enriquecidos, como los huevos, así como los suplementos de aceite de pescado. Entre ellos, sólo el DHA muestra una relación preventiva clara.
Los estudios anteriores se basaban en cuestionarios sobre la cantidad de pescado que la gente comía, con lo que sólo se podía estimar de manera indirecta los niveles de omega-3 que se ingerían
Por otro lado, los peces de determinadas especie pueden variar enormemente la concentración en omega-3 en la dieta.
Para obtener una medición más precisa en este estudio los investigadores tomaron muestras de sangre de más de 3.300 adultos mayores de 65 años de edad.
Durante más de 14 años, se hizo un seguimiento de la salud de los ancianos y se encontró que 789 habían desarrollado fibrilación auricular.
Otro estudio de Finlandia utilizó el mismo método de medición de ácidos grasos en la sangre y encontró una reducción similar en el riesgo de fibrilación auricular entre los que tenían los niveles más altos.
La Asociación Americana del Corazón, el Departamento de Agricultura de EE.UU. y otros grupos recomiendan comer pescado al menos dos veces por semana.
