El Ginkgo biloba se considera un fósil viviente por su supervivencia durante millones de años. ¿Qué se esconde detrás de esa resistencia superior a otros organismos de su clase? Una de las grandes propiedades del Ginkgo es su resistencia a garves enfermedades de las plantas. El ginkgo contiene una serie de compuestos biológicamente activos para su defensa contra insectos, bacterias y hongos.
Las hojas de Ginkgo han llamado mucho la atención como agentes para mejorar la circulación cerebral (un extracto de las hojas de Gingko biloba , que se utiliza en el tratamiento de la insuficiencia cerebral, desde los años 60) y poseen actividad antitumoral, antiparasitaria y antiviral. Se han identificado en la planta terpenoides, polifenoles, ácidos orgánicos y aminoácidos biológicamente activos. Los principales componentes bioactivos son los terpenos y glucósidos flavonoides. Recientemente, se ha demostrado también su actividad antimicrobiana: los extractos de hoja del Ginko Biloba fueron capaces de inhibir el crecimiento de cinco bacterias: Bacillus subtilis, Escherichia coli, Agrobacterium tumefaciens, Xanthomonas phaseoli y Erwinia chrysanthemi.
