Todo el mundo relaciona a la vitamina D con la salud de los huesos. Sin vitamina D , el cuerpo no puede absorber el calcio y los huesos se vuelven frágiles y propensos a las fracturas.
Pero además parece ser que el aumento de los niveles sanguíneos de vitamina D puede proteger contra enfermedades crónicas o que amenazan la vida: enfermedades cardíacas, presión arterial alta , cáncer , artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes.
Por desgracia, todavía no hay grandes ensayos clínicos aleatorios controlados - la prueba definitiva en investigación con seres humanos - para probar o refutar el valor de los suplementos de vitamina D más allá de sus conocidos beneficios para la salud ósea.
Casi todos los tejidos del cuerpo tiene receptores para la vitamina D, entre ellos los intestinos, cerebro, corazón, piel, órganos sexuales, pechos, linfocitos o la placenta. En estudios de laboratorio, se ha demostrado que tiene actividad contra el cáncer, inhibiendo el crecimiento y propagación de los tumores . También existe evidencia sugerente pero no concluyente de que la deficiencia de vitamina D juega un papel en diferentes enfermedades:
- asma ,
- diabetes tipo 2 ,
- enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide,
- pre-eclampsia,
- bajo peso al nacimiento
- trastornos neuropsicológicos como la depresión, el autismo y la pérdida de la memoria .
La vitamina D es un nutriente esencial soluble en grasa que, se produce en el cuerpo principalmente a través de la piel, donde la radiación ultravioleta B en la luz del sol estimula la producción de provitamina D. A su vez, la provitamina D se convierte a la forma biológicamente activa, la vitamina D, en el los riñones.
Muy pocos alimentos contienen niveles significativos de vitamina D, la mayoría son pescado azul : salmón, la caballa, anchoas, boquerones, sardinas y atún, así como el aceite de hígado de bacalao. Algunos alimentos están fortificados con esta vitamina, especialmente la leche y, más recientemente, algunas marcas de cereales, zumo de naranja, yogures o queso.
El color de la piel influye en la producción de vitamina D. Pieles más oscuras dan como resultado más problemas de deficiencia.
La piel oscura evolucionó en África ecuatorial, donde el sol es intenso durante todo el año y sólo una breve exposición diaria a los rayos UVB es suficiente para alcanzar niveles adecuados en sangre de vitamina D. Sin embargo, la melanina en la piel actúa como un protector solar natural, de manera que esta misma genética, en un entorno con menos sol, puede dar problemas de salud. De hecho se sabe que las personas de piel oscura o negra que viven en el hemisferio norte son más propensos a sufrir deficiencia de vitamina D.
Del mismo modo, las advertencias sobre las consecuencias estéticas y cancerosas de la exposición al sol excesiva han hecho que millones de personas se protejan de los rayos UVB, algunos también de manera excesiva. Además, como la vitamina D se almacena en la grasa corporal, dejando de estar disponible para el resto de tejidos,el aumento de la obesidad en los paises desarrollados está poniendo a más personas, independientemente de su color de piel, en riesgo de tener niveles inadecuados de D en el suero sanguíneo.
Por último, el consumo de leche ha disminuido significativamente, y la mayoría de los otros productos lácteos populares no están fortificados con vitamina D.
Como resultado, un número creciente de personas está descubriendo que sis niveles séricos de vitaina D no llegan a los 20-30 nanogramos por mililitro, el nivel considerado adecuado. La Endocrine Society recomienda que las personas en riesgo de deficiencia de vitamina D midan sus niveles séricos:
- personas con enfermedad de los huesos,
- enfermedad renal crónica,
- insuficiencia hepática,
- síndrome de mala absorción,
- problemas de la glándula paratiroides,
- tratamientos con anticonvulsivos, glucocorticoides, antirretrovirales, antifúngicos y colestiramina
- adultos mayores con antecedentes de caídas o fracturas no traumáticas.
- personas de piel oscura,
- niños y adultos obesos,
- mujeres embarazadas o en lactancia.
