A pesar de que las psicosis son relativamente poco frecuentes, entre el 5-15% de la población en general ha experimentado síntomas psicóticos en algún momento de su vida: delirios, pensamiento mágico y escuchar voces internas por ejemplo. Los mecanismos biológicos que subyacen a la etiología de la esquizofrenia y los síntomas psicóticos son en gran parte desconocido. La constitución genética es importante, pero factores ambientales, como un estilo de vida con una dieta deficiente pueden estar involucrados.
Los pescados grasos son una fuente rica dieta de ácidos grasos esenciales y vitamina D, los cuales podrían estar implicados en el desarrollo de la esquizofrenia. Las membranas neuronales están mayoritariamente compuestas de fosfolípidos, y los fosfolípidos del cerebro son ricas en ácidos grasos poliinsaturados. Los principales grupos de ácidos grasos poliinsaturados, ácidos grasos omega-6 y omega-3, los cuales deben ser suministrados a través de la dieta. El ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) pertenecen a la familia omega-3, y se encuentran principalmente en los pescados grasos. Se cree que la baja ingesta de pescado azul, rico en ácidos grasos poliinsaturados y vitamina D puede desempeñar un papel en el desarrollo de la esquizofrenia. Un estudio sueco basado en datos de más de 30000 mujeres ha evaluado recientemente esta asociación.
De las , 18411 tenían un bajo nivel de síntomas de tipo psicótico, 14 395 presentaban un nivel medio y 817 tenían un alto nivel de síntomas psicóticos. por tener un alto nivel. La pertenencia al grupo de alto nivel de sintomas psicóticos era más bajo entre las mujeres que comían pescado 3-4 veces a la semana en comparación con las mujeres que nunca comían pescado. El riesgo también fue menor para las mujeres con una ingesta elevada de ácidos grasos omega-3 y omega-6 en comparación con las mujeres con una menor ingesta de estos ácidos grasos. El efecto fue más pronunciado para los ácidos grasos omega-6.
Inesperadamente, la ingesta de pescado graso (salmón, arenque y caballa) o mariscos más de dos veces a la semana aumentaba el riesgo de estar en el grupo con mayor nivel de síntomas de tipo psicótico con respecto a un consumo moderado (2 veces por semana). Este hallazgo desconcertante puede ser debido a los componentes desconocidos de los pescados grasos. Por ejemplo, los contaminantes ambientales, tales como los bifenilos policlorados (PCB) y dioxinas que se sabe que se acumulan en los pescados grasos. También puede ser que el efecto beneficioso se vuelva perjudicial al aumentar la dosis de ácidos grasos poliinsaturados.
Curiosamente, hemos observado una menor tasa de síntomas de tipo psicótico con el aumento de la ingesta de vitamina D. De hecho, también existe una mayor prevalencia de esquizofrénicos entre los nacidos en invierno (un período en que los niveles de vitamina D son bajos), y en zonas urbanas, donde la deficiencia de vitamina D es mayor .
