El metilmercurio (MeHg) es una potente neurotoxina, y los seres humanos están expuestos principalmente a este contaminante a través del consumo de pescado. Hoy día, sólo disponemos de unos pocos estudios epidemiológicos contradictorios que examinan el impacto del consumo de pescado en las poblaciones humanas.
En Europa y los Estados Unidos, el consumo de pescado varía mucho entre países, desde 11 a 100 g / día. La alimentación de ratones durante dos meses, con una dieta a base de pescado a niveles homólogos a los humanos, da lugar a importantes efectos con una disminución del crecimiento corporal, aumento de la ansiedad y una disminución de las concentraciones de dopamina en el hipotálamo y el estriado. Estos datos se han obtenido con niveles de exposición al metil-mercurio inferiores a la ingesta máxima recomendada por la Organización Mundial de la salud OMS (1,6 mg / kg de peso corporal / semana). Además, se debe tener en cuenta que muchas personas, entre ellas sobre todo las mujeres en edad fértil, superan el valor de ingesta máxima recomendada por la OMS . Sólo como ejemplo, estaría en este grupo el 35% de la población francesa que habita las costas atlántica y mediterránea.
En España un estudio evalúo a un total de 1.883 mujeres entre los años 2004 y 2008. Se midieron las concentraciones de metil-mercurio en sangre del cordón umbilical de sus hijos recién nacidos y se realizó un seguimiento de la dieta de estas mujeres mediante cuestionarios.
El consumo materno de mariscos fue de una media de 78 g / día. El consumo de pescado materno durante el embarazo, se asoció con los niveles de metil-mercurio en sangre de cordón umbilical. Una duplicación en el consumo de pescado azul fresco de gran tamaño (atún, emperador) se asoció con un incremento del 11,4% en dichos niveles, seguido por un incremento del 8,4% en el caso de conservas de atún y del 8,3% en el de los pescados magros.
En otro estudio similar se encontraron concentraciones de metil-mercurio en el cabello de niños en edad pre-escolar desde 0,19 hasta 5,63 microg / g y de 1,68 microg / g (0,13 hasta 8,43 microg / g) en los recién nacidos. En los niños, los valores medios de mercurio entre los consumidores frecuentes de pescado (más de cuatro veces por semana) eran casi tres veces mayor en comparación con los no consumidores (1,40 vs 0,49 microg / g). Los recién nacidos de madres que tenían una ingesta de pescado de dos o más veces por semana mostraron casi tres veces más niveles de mercurio en pelo que los de madres que nunca o rara vez consumían pescado (2,26 vs 0,78 microg / g). Por último, los niveles de mercurio en el cabello superan la dosis recomendada por la Agencia de Protección Medioambiental de los EEUU, la EPA (0,1 microgramos de peso corporal Hg / kg por día) en el 42% de la población estudiada.
Quedan por establecer los niveles de toxicidad potencial de estos niveles de exposición relativamente elevados.
Las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria para el consumo de Pez espada, Tiburón, Atún rojo y Lucio son las siguientes:
- Mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo o en período de lactancia. Evitar el consumo
- Niños < 3 años. Evitar el consumo
- Niños 3-12 años. Limitar a 50 gr/semana o 100gr/ 2 semanas (No consumir ningún otro de los pescados de esta categoría en la misma semana).